Paso a paso
Un Leather es el hombre homosexual que encuentra un punto medio entre su masculinidad y el gusto por la compañía de otros hombres, a los que considera sus iguales, a quienes puede acudir cuando lo necesita, de quienes se acompaña para disfrutar de volver su propia persona un fetiche y al mismo tiempo decide conservar su individualidad por medio de una actitud de autosuficiencia ante los retos de la vida, algunos consideran que un Leather es un caballero, porque nunca haría nada por incomodar a otros con su actitud o falta de tacto ante las cosas, para otros es un hombre que se basta a sí mismo, acostumbrado a no tener que reafirmar nada ante nadie, relacionado muchas veces a quien no gusta de seguir las normas de la sociedad pero perfectamente capaz de funcionar en la misma; para otros su actitud es servicial hacia quienes considera sus iguales: es leal, mas no fiel, se integra pero no se asimila.
El Leather es una identidad nacida de la necesidad, por mucho tiempo los hombres buscaban espacios enteramente masculinos, hacían alianzas y establecían prioridades, su mundo interior era reconocible desde los grupos de marinos, militares, comerciantes que se reunían en tabernas y bares hasta los caballeros que en los salones y clubes formaban pactos sostenidos por la palabra empeñada, en algún momento llegaban a mezclarse pero no se buscaba una relación permanente de dichas necesidades, tuvo que llegar el siglo XX y dos Guerras Mundiales para que el tiempo llevado en el frente, 6 largos años como mínimo, hiciera despertar entre hombres jóvenes el deseo y las primeras experiencias homoeróticas, privados de un proceso de crecimiento hacia la madurez los fuertes lazos de fraternidad y compañerismo hicieron de la relación entre hombres en esa era de crisis el único punto estable ante un mundo que parecía estar por desaparecer a cada momento, al final de la guerra las decepciones y los cambios sociales hicieron que su regreso a la vida civil fuera muy difícil.
No había pasado el tiempo suficiente antes que otra guerra, la de Corea, llenara el ambiente de pesimismo, una sociedad que aparentemente tenía todo para sobrevivir a la crisis y volcarse en el materialismo no les decía nada a muchos de estos hombres acostumbrados a solo sobrevivir entre sus compañeros, a ambos lados del Atlántico los grupos de ex soldados se mezclaban con los hombres que más se les parecían, aquellos que vivían marginados, los obreros, leñadores, mineros y hombres que vivían largos periodos aislados de la demás gente, algunos se fueron a buscar respuestas, se iban a la carretera en motocicleta llevando los símbolos de su seguridad perdida: la gorra de militar, la chaqueta de cuero, las botas; en esos tiempos solo los obreros usaban botas o pantalones de mezclilla, estos hombres usaban esa ropa como complemento y sentían orgullo de integrarse a esos grupos, los rebeldes sin causa no eran agresivos, buscaban una identidad.
Un segundo grupo de hombres los buscó, los huérfanos de guerra, los niños nacidos de la promesa de volver del hombre que puso en una mujer un motivo para regresar, salieron del campo a encontrar un lugar en esa sociedad, llegaron a las ciudades, a los barrios industriales, las fábricas, minas y bosques; buscaban aparte alguien a quién seguir, encontraron en los ex soldados a los padres que no podían tener y los primeros dieron sentido a su vida estableciendo fuertes lazos de amistad y seguridad, algunos creando símbolos para poder establecer una relación segura y privada, otros abiertamente demostrado sus afectos, pero en un mundo sin palabras para definir los términos y la comprensión de que era algo privado debía pesar más el código de silencio, nada era permanente pero tampoco podía dar lugar a algo más cercano, sin palabras se quería y sin palabras se tenía afecto o desapego.
Un tercer grupo se acercó a estos hombres, los que desde la vida civil sentían que no todo era lo que les enseñaban, algunos despertaron su morbo, por medio de un intrincado juego de señales podían indicar lo que querían hacer a otros sin la intervención de quien, por alguna razón, estaba ajeno al grupo, muchos hombres debieron vivir frustrados esos acercamientos, debieron tomar para sí el ideal de un trabajo estable, un matrimonio e hijos, pero cubierta la cantidad necesaria de hijos para renovar la generación los otros hombres habían ya tomado una decisión sobre su vida, eran los años de 1950 y nació la Vieja Guardia.
La sexualidad entonces entendida no podía ser una copia de la relación de pareja, se entendían como iguales, en género, en sexo, en actitud, en capacidad y en varias facetas, en esa década aparece el Feminismo y el replanteamiento del papel de la heterosexualidad, para los hombres que ya se identificaban como Leather, viriles, masculinos y atraídos por hombres de iguales características las prácticas que generaban morbo, lo kinky, era al mismo tiempo una actitud liberadora, una respuesta a llenar lo que debía ser el afecto de pareja, el Sexo Rudo ponía a estos hombres poco acostumbrados a intercambiar lo que sentían en el plano emocional y gustosos de ser directos a formar nuevas formas de encontrar el placer, el sexo pasó de lo coital a lo emocional, algunos pagaban una habitación de un hotel para tener un encuentro de forma anónima, la mayoría se metía en la trastienda de un bar, la oscuridad de un baño o una calle poco transitada, el miedo se había superado pues se conoció el Código de Pañuelos, una color era una práctica, el lugar donde se llevaba indicaba la posición dentro de la misma, ciertos comportamientos indicaban la disponibilidad, los lugares no eran únicos ni exclusivos, ante el riesgo de equivocarse y consentir un encuentro con un hombre que sintiera indiferencia en el mejor de los casos o tuviera una respuesta violenta la actitud del respeto indicaba una norma de protección para el grupo, había seguridad dentro del grupo, fuera era la completa indiferencia, estaban solos ante el mundo.
Ante la Sexualidad Subversiva de los años 60, se fue permeando entre este mundo y otros círculos de una actividad sexual alternativa, el placer por medio del Dolor, la Sumisión, la Dominación, los Juegos Eróticos y otras prácticas como el Sexo Grupal fueron creando acuerdos, términos, códigos y agrupaciones que tomaron estas prácticas como suyas, algunos que las plantearon como forma de exploración heterosexual terminaron por formar los Círculos de BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación/Sumisión y Sadomasoquismo), el medio Leather permanecería cerrado a los hombres y su interacción hacia las mujeres sería dejado al plano privado. La generación de esos años estaba tomando otros rumbos, permaneció fiel a las estructuras militares, los nombres de Organización, Comunidad, Liga, Frente, Batallón, Banda se mantiene hasta nuestros días, igual que las designaciones como Cruz de Hierro, Hermandad, Fraternidad, Ángeles y más nombres, el cuero de las chamarras de los aviadores pasó a ser el material que simbolizaba el poder, el color negro neutralizaba cualquier distinción, los uniformes tomaron, junto a la mezclilla del obrero y las botas del motociclista, la nueva imagen de la Homosexualidad Masculina, al no tener mas que una tradición oral se había mantenido cierto anonimato que llevó a la homologación de la identidad, en Europa y América eran diferencias sutiles en estos grupos, la mayoría, sin embargo, se mantenía en solitario y no intervenía fuera de los lugares de reunión, pero su gusto y la búsqueda de un placer sexual que cada vez era más evidente fueron formando una imagen para distinguir al Leather de los demás hombres, aparte de los Códigos de Pañuelos y el Caballeros, referidos a las prácticas y el comportamiento, la iconografía del hombre vistiendo uniforme, traje, ropa de trabajo, el cuero o la mezclilla fueron fijadas por Tom of Finland, imitadas por muchos y reelaboradas a lo largo de varios años. El mundo de los hombres homosexuales todavía tenía que encontrar un espacio, fue en 1970 que hombres Leather y travestis, tras una larga coexistencia, se integraron en el movimiento en pro de los Derechos de las Minorías Sexuales tras haber estado entre los afectados que iniciaron los disturbios de Stonewall un año antes.
El mismo 1970 vio nacer una actitud nueva, Peter Berlin, un alemán que gustaba de usar pantalones a la cadera que revelaban su miembro llega a San Francisco y toma la actitud que solo existía en la ficción de Tom, se volvió su propio fetiche, hizo pública la imagen del hombre seguro de sí que gusta de estar como objeto del deseo de otros hombres, fotógrafo profesional creó el ícono básico para el hombre Leather, ser un hombre real y ser Leather fuera de la clandestinidad haciendo que solo otro Leather pudiera saberlo, nadie más.
En los 80 aparece el SIDA y con ello el replanteamiento de la Sexualidad entre hombres, para algunos la respuesta fueron las prácticas alternas donde se podía disfrutar sin buscar el contacto sexual, el nombrar cada práctica permitió conocer sus limitaciones, el riesgo y la forma de minimizarlo; entre los más jóvenes la experimentación con nuevos materiales había llegado, los rubber usaron el látex como nuevo elemento erótico, en el Medio Gay se fueron conociendo las prácticas y se abrieron a nuevos fetichismos, los hombres Leather salieron a defender los espacios y pedir el respeto de los derechos, ya había una postura pública de ser Leather y todavía faltarían las nuevas experimentaciones, hacia mediados de la primera década del siglo XXI los grupos de Riesgo Consensuado introducen otras formas de prácticas que ya no buscaban la seguridad ni el respeto de los Códigos, sino la búsqueda del placer por medio de los nuevos elementos de la tecnología, los grupos Leather empezaron a formar sitios virtuales, la red abrió a nuevos tipos de grupos que solo asumen alguna parte de la actitud, algunos de solo fetichistas, otros de prácticas, unos cuantos cercanos al respeto de los protocolos de las sesiones; pero todos identificados como Leather.
El Medio Leather dejó de ser una subcultura de la sexualidad alternativa para volverse una Cultura en sí, creadora de sus propios íconos, formadora de ideas y propuestas, como la imagen del Heavy Metal de usar cuero, botas y estoperoles en un medio casi exclusivo de hombres, inventor del Fisting como práctica sexual, generadora de movimientos y respetuosa de las reglas que ahora se asumen en vez de imponerse han redefinido al hombre homosexual en un Código de Comportamiento basado en el Honor, la Integridad, el Compromiso y la Templanza.
Actualmente en vez de un desgaste el Medio Leather vive de una constante renovación, la curiosidad por ser una opción de tan larga historia atrae a muchos hombres que quieren conocer a gente a fin, como las condiciones para los hombres homosexuales son distintas a hace 60 años un hombre se descubre Leather, gustoso de su masculinidad, a una edad madura, al menos al pasar los 25 años, encentra sentido a sus necesidades tanto individuales como de grupo, que no es la cantidad sino la calidad de las relaciones. La apertura se tiene ahora llevada a compartir lo que es ser Leather, sin intención de convertir sino de informar y esperar que lleguen las personas indicadas al medio, siempre considerando que esta larga historia que llevamos ha sido posible por una actitud correcta de la masculinidad, el ensayo de la Paciencia.
Comunidad Leather México
Moderador
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Para Revista Pink, noviembre de 2010, año 1, número 2, páginas 26 y 27
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