Marcha 2010, Ciudad de México
Luces y sombras
Cada año, ponerse a hacer una reseña de la marcha es ponerse a recorrer mentalmente los recuerdos de cientos de fragmentos inconexos sobre rostros, saludos, fotografías, sensaciones, el estar atento al clima, los temores de una tormenta o el excesivo calor, el ritmo de avance, los amigos, gente que se acerca y quiere la foto del recuerdo, los abrazos, saludos sinceros, las muestras de afecto, apoyo, amistad, los comentarios... aun faltando tiempo para recorrer las publicaciones, escritos, buscar fotos, vídeos, comentarios y todo lo que genera el evento más importante de la población gay, incluyendo las muestras de soberbia, desconocimiento e ignorancia de quien cree que ha hecho algo por loe demás cuando solo espera que sea su persona lo que tenga significado, denigrando lo demás y exagerando lo que le pareció que fue su idea, algo común cuando se quiere seguir negando la edad adulta de la población gay y seguir viendo a los demás como menores de edad.
Llegar a Reforma sobre Amberes tras salir de la Glorieta de Insurgentes y apenas sean las 10:30 de la mañana te hace pensar mucho en lo que te ha llevado hasta ahí, caminas entre la gente que apenas sale de tomar el almuerzo o llega desde muy lejos para iniciar temprano alguna actividad, el concepto social de una manifestación como la nuestra con las pruebas rápidas de VIH es un ejemplo de largo camino recorrido desde que era mal visto que te dieran un condón, te señalaban de inconsciente y el que te lo daba de promover la promiscuidad sexual, ahora es tan común y todavía se sigue expendiendo el mal, no por el sexo casual, sino por la falta de información de las nuevas generaciones que no se les enseña lo básico sexualmente y del respeto a su cuerpo en nombre de creer que lo que no se enseña no va a cuestionarse, otra señal de que no hay diálogo y por ello no hay acuerdos.
Hacer consciencia, palabras graves y fuertes, para eso vamos, la información circula libremente pero solo si la dices en primera persona puedes hacer que parte del mensaje tenga sentido y prepare el espacio para una mejor captación, tantas preguntas, de la propia gente de la comunidad gay, de personas que iban pasado e incluso de familias nos dicen que nos falta aún mucho por enseñar, pero vamos en la mejor disposición de hacerlo, ahí no importa cuanto haya durado, hasta donde se haya movido o cuan largo era el recorrido, si algunos se metieron al Zócalo tan solo por actitudes de rebeldía creyendo que gritar consignas ante un lugar vació y corear mientras construyen en clóset y que le llaman derecho de expresión , si la mayoría estuvieron escuchando las dos proclamas de este año en el escenario de Bellas Artes, la labor de uno es la que siempre nos ha acompañado, que se acerquen muchos a preguntar venciendo el miedo y sus prejuicios, que una persona o un grupo pequeño quiera saber, les atraiga una bandera que cambió desde 1989 los colores de la diversidad arcoiris y proclame la hermandad entre homosexuales iguales, que resume un largo recorrido desde los años de 1950 en un tiempo que ser homosexual era ser marginal, que había travestis, hombres que buscaban sexo con hombres y personas que gustaban de la compañía enteramente de su propio sexo, pero no había aceptación, entendimiento ni ninguna garantía en lo que ahora es llamado tolerancia, eso que es la prehistoria del actual movimiento y que pocos, muy pocos conoces y menos son los que hacen consciencia de ello.
Una larga ruta esta vez, tardamos más de una hora en llegar al Ángel, pasaba de la una y media y estábamos compartiendo el ambiente de los compañeros que iban delante y detrás de nosotros, muy a pesar de ello me dio gusto ver a nuestros amigos, otros leather, practicantes, fetichistas y simpatizantes que sea acercaban a saludar, tomar una foto, caminar unos metros algunos, obtener algo de información, los medios preguntado, sobre todo nuestros medios, algo que en otros tiempos hubiera sido perseguir a algún reportero para que hiciera mención de la marcha y ahora tenemos la capacidad de crear medios formados por nuestra propia gente y darnos esa primera persona como protagonista del evento.
Muchos amigos se sienten más tranquilos entre la gente, algunos se han atrevido a ir en cuero y decir que son Leather, otros portando un distintivo del otro lado de la diversidad y apoyando, nunca los veremos mal, pues ellos están donde estuvimos nosotros alguna vez, cuando estuvimos marchando solos pero con el Orgullo Leather, cuando caminamos entre la gente portando el uniforme y había sonrisas, saludos, miradas, tímidas preguntas y algunas veces toqueteos amistosos o un poco más sensuales de los travestis que nunca se han medido cuando quieren hacer algo; es por ello que no los vemos mal, pues es y siguen siendo su marcha como lo fue nuestra, vayas entre miles de personas o solo andes entre la gente que camina sobre Reforma, ese valor de ir es más que suficiente.
Cuando piensas que ya lo has escuchado todo de pronto alguien te dice que quiere una foto y que le gusta todo lo que eres ahora, si estas calvo, si tienes canas, si te ves rudo, otra señal del lento cambio que se da mientras se va expandiendo el término gay, que debe andar cumpliendo 41 años este 28 de junio de haber alcanzado la mayoría de edad, desde ese día que no fue la defensa de un bar de mafiosos sino la muestra de que no iba a haber más la idea de un homosexual solo y desamparado, sino un movimiento que llegó a este país con retraso y que ahora tiene una vanguardia tan cercana como lo es ya en todo el mundo que se dice civilizado.
Se acercaba la noche cuando se dispersó la gente, muchos pensando en que antro iban a ir, es “gay party” decían, otros más ya algo borrachos, pues circuló la cerveza por todo el evento, las autoridades no dijeron nada y los ambulantes haciendo su negocio, “gay party” pero parte de las sombras de cuando nos dejamos por creer que hacer algo así nos da un lugar y en verdad nos lo quita.
No quiero darle importancia a quien no la tiene, pues pueden pensar, decir y sostener lo que quieran, pero lo que se hace no es para ganar adeptos, ni para esperar las gracias, se hace simplemente porque sabemos lo que nos costó ser y darnos a conocer socialmente, que nuestros ideales son facilitar el camino a quienes recién llegan y no se crean que todo llegó con ellos, no por soberbia o protagonismo, sino porque nos toca compartir lo que fuimos porque tampoco lo inventamos, solo lo cuidamos para los que recién llegan y les tocará, en su día, entregarlo a quienes les sigan.
FELIZ ORGULLO MÉXICO
Gerardo Spíndola
Comunidad Leather México
Moderador
http://comunidadleathermexico.blogspot.com