Paso a paso


Un Leather es el hombre homosexual que encuentra un punto medio entre su masculinidad y el gusto por la compañía de otros hombres, a los que considera sus iguales, a quienes puede acudir cuando lo necesita, de quienes se acompaña para disfrutar de volver su propia persona un fetiche y al mismo tiempo decide conservar su individualidad por medio de una actitud de autosuficiencia ante los retos de la vida, algunos consideran que un Leather es un caballero, porque nunca haría nada por incomodar a otros con su actitud o falta de tacto ante las cosas, para otros es un hombre que se basta a sí mismo, acostumbrado a no tener que reafirmar nada ante nadie, relacionado muchas veces a quien no gusta de seguir las normas de la sociedad pero perfectamente capaz de funcionar en la misma; para otros su actitud es servicial hacia quienes considera sus iguales: es leal, mas no fiel, se integra pero no se asimila.


El Leather es una identidad nacida de la necesidad, por mucho tiempo los hombres buscaban espacios enteramente masculinos, hacían alianzas y establecían prioridades, su mundo interior era reconocible desde los grupos de marinos, militares, comerciantes que se reunían en tabernas y bares hasta los caballeros que en los salones y clubes formaban pactos sostenidos por la palabra empeñada, en algún momento llegaban a mezclarse pero no se buscaba una relación permanente de dichas necesidades, tuvo que llegar el siglo XX y dos Guerras Mundiales para que el tiempo llevado en el frente, 6 largos años como mínimo, hiciera despertar entre hombres jóvenes el deseo y las primeras experiencias homoeróticas, privados de un proceso de crecimiento hacia la madurez los fuertes lazos de fraternidad y compañerismo hicieron de la relación entre hombres en esa era de crisis el único punto estable ante un mundo que parecía estar por desaparecer a cada momento, al final de la guerra las decepciones y los cambios sociales hicieron que su regreso a la vida civil fuera muy difícil.

No había pasado el tiempo suficiente antes que otra guerra, la de Corea, llenara el ambiente de pesimismo, una sociedad que aparentemente tenía todo para sobrevivir a la crisis y volcarse en el materialismo no les decía nada a muchos de estos hombres acostumbrados a solo sobrevivir entre sus compañeros, a ambos lados del Atlántico los grupos de ex soldados se mezclaban con los hombres que más se les parecían, aquellos que vivían marginados, los obreros, leñadores, mineros y hombres que vivían largos periodos aislados de la demás gente, algunos se fueron a buscar respuestas, se iban a la carretera en motocicleta llevando los símbolos de su seguridad perdida: la gorra de militar, la chaqueta de cuero, las botas; en esos tiempos solo los obreros usaban botas o pantalones de mezclilla, estos hombres usaban esa ropa como complemento y sentían orgullo de integrarse a esos grupos, los rebeldes sin causa no eran agresivos, buscaban una identidad.

Un segundo grupo de hombres los buscó, los huérfanos de guerra, los niños nacidos de la promesa de volver del hombre que puso en una mujer un motivo para regresar, salieron del campo a encontrar un lugar en esa sociedad, llegaron a las ciudades, a los barrios industriales, las fábricas, minas y bosques; buscaban aparte alguien a quién seguir, encontraron en los ex soldados a los padres que no podían tener y los primeros dieron sentido a su vida estableciendo fuertes lazos de amistad y seguridad, algunos creando símbolos para poder establecer una relación segura y privada, otros abiertamente demostrado sus afectos, pero en un mundo sin palabras para definir los términos y la comprensión de que era algo privado debía pesar más el código de silencio, nada era permanente pero tampoco podía dar lugar a algo más cercano, sin palabras se quería y sin palabras se tenía afecto o desapego.

Un tercer grupo se acercó a estos hombres, los que desde la vida civil sentían que no todo era lo que les enseñaban, algunos despertaron su morbo, por medio de un intrincado juego de señales podían indicar lo que querían hacer a otros sin la intervención de quien, por alguna razón, estaba ajeno al grupo, muchos hombres debieron vivir frustrados esos acercamientos, debieron tomar para sí el ideal de un trabajo estable, un matrimonio e hijos, pero cubierta la cantidad necesaria de hijos para renovar la generación los otros hombres habían ya tomado una decisión sobre su vida, eran los años de 1950 y nació la Vieja Guardia.

La sexualidad entonces entendida no podía ser una copia de la relación de pareja, se entendían como iguales, en género, en sexo, en actitud, en capacidad y en varias facetas, en esa década aparece el Feminismo y el replanteamiento del papel de la heterosexualidad, para los hombres que ya se identificaban como Leather, viriles, masculinos y atraídos por hombres de iguales características las prácticas que generaban morbo, lo kinky, era al mismo tiempo una actitud liberadora, una respuesta a llenar lo que debía ser el afecto de pareja, el Sexo Rudo ponía a estos hombres poco acostumbrados a intercambiar lo que sentían en el plano emocional y gustosos de ser directos a formar nuevas formas de encontrar el placer, el sexo pasó de lo coital a lo emocional, algunos pagaban una habitación de un hotel para tener un encuentro de forma anónima, la mayoría se metía en la trastienda de un bar, la oscuridad de un baño o una calle poco transitada, el miedo se había superado pues se conoció el Código de Pañuelos, una color era una práctica, el lugar donde se llevaba indicaba la posición dentro de la misma, ciertos comportamientos indicaban la disponibilidad, los lugares no eran únicos ni exclusivos, ante el riesgo de equivocarse y consentir un encuentro con un hombre que sintiera indiferencia en el mejor de los casos o tuviera una respuesta violenta la actitud del respeto indicaba una norma de protección para el grupo, había seguridad dentro del grupo, fuera era la completa indiferencia, estaban solos ante el mundo.

Ante la Sexualidad Subversiva de los años 60, se fue permeando entre este mundo y otros círculos de una actividad sexual alternativa, el placer por medio del Dolor, la Sumisión, la Dominación, los Juegos Eróticos y otras prácticas como el Sexo Grupal fueron creando acuerdos, términos, códigos y agrupaciones que tomaron estas prácticas como suyas, algunos que las plantearon como forma de exploración heterosexual terminaron por formar los Círculos de BDSM (Bondage, Disciplina, Dominación/Sumisión y Sadomasoquismo), el medio Leather permanecería cerrado a los hombres y su interacción hacia las mujeres sería dejado al plano privado. La generación de esos años estaba tomando otros rumbos, permaneció fiel a las estructuras militares, los nombres de Organización, Comunidad, Liga, Frente, Batallón, Banda se mantiene hasta nuestros días, igual que las designaciones como Cruz de Hierro, Hermandad, Fraternidad, Ángeles y más nombres, el cuero de las chamarras de los aviadores pasó a ser el material que simbolizaba el poder, el color negro neutralizaba cualquier distinción, los uniformes tomaron, junto a la mezclilla del obrero y las botas del motociclista, la nueva imagen de la Homosexualidad Masculina, al no tener mas que una tradición oral se había mantenido cierto anonimato que llevó a la homologación de la identidad, en Europa y América eran diferencias sutiles en estos grupos, la mayoría, sin embargo, se mantenía en solitario y no intervenía fuera de los lugares de reunión, pero su gusto y la búsqueda de un placer sexual que cada vez era más evidente fueron formando una imagen para distinguir al Leather de los demás hombres, aparte de los Códigos de Pañuelos y el Caballeros, referidos a las prácticas y el comportamiento, la iconografía del hombre vistiendo uniforme, traje, ropa de trabajo, el cuero o la mezclilla fueron fijadas por Tom of Finland, imitadas por muchos y reelaboradas a lo largo de varios años. El mundo de los hombres homosexuales todavía tenía que encontrar un espacio, fue en 1970 que hombres Leather y travestis, tras una larga coexistencia, se integraron en el movimiento en pro de los Derechos de las Minorías Sexuales tras haber estado entre los afectados que iniciaron los disturbios de Stonewall un año antes.

El mismo 1970 vio nacer una actitud nueva, Peter Berlin, un alemán que gustaba de usar pantalones a la cadera que revelaban su miembro llega a San Francisco y toma la actitud que solo existía en la ficción de Tom, se volvió su propio fetiche, hizo pública la imagen del hombre seguro de sí que gusta de estar como objeto del deseo de otros hombres, fotógrafo profesional creó el ícono básico para el hombre Leather, ser un hombre real y ser Leather fuera de la clandestinidad haciendo que solo otro Leather pudiera saberlo, nadie más.

En los 80 aparece el SIDA y con ello el replanteamiento de la Sexualidad entre hombres, para algunos la respuesta fueron las prácticas alternas donde se podía disfrutar sin buscar el contacto sexual, el nombrar cada práctica permitió conocer sus limitaciones, el riesgo y la forma de minimizarlo; entre los más jóvenes la experimentación con nuevos materiales había llegado, los rubber usaron el látex como nuevo elemento erótico, en el Medio Gay se fueron conociendo las prácticas y se abrieron a nuevos fetichismos, los hombres Leather salieron a defender los espacios y pedir el respeto de los derechos, ya había una postura pública de ser Leather y todavía faltarían las nuevas experimentaciones, hacia mediados de la primera década del siglo XXI los grupos de Riesgo Consensuado introducen otras formas de prácticas que ya no buscaban la seguridad ni el respeto de los Códigos, sino la búsqueda del placer por medio de los nuevos elementos de la tecnología, los grupos Leather empezaron a formar sitios virtuales, la red abrió a nuevos tipos de grupos que solo asumen alguna parte de la actitud, algunos de solo fetichistas, otros de prácticas, unos cuantos cercanos al respeto de los protocolos de las sesiones; pero todos identificados como Leather.

El Medio Leather dejó de ser una subcultura de la sexualidad alternativa para volverse una Cultura en sí, creadora de sus propios íconos, formadora de ideas y propuestas, como la imagen del Heavy Metal de usar cuero, botas y estoperoles en un medio casi exclusivo de hombres, inventor del Fisting como práctica sexual, generadora de movimientos y respetuosa de las reglas que ahora se asumen en vez de imponerse han redefinido al hombre homosexual en un Código de Comportamiento basado en el Honor, la Integridad, el Compromiso y la Templanza.


Actualmente en vez de un desgaste el Medio Leather vive de una constante renovación, la curiosidad por ser una opción de tan larga historia atrae a muchos hombres que quieren conocer a gente a fin, como las condiciones para los hombres homosexuales son distintas a hace 60 años un hombre se descubre Leather, gustoso de su masculinidad, a una edad madura, al menos al pasar los 25 años, encentra sentido a sus necesidades tanto individuales como de grupo, que no es la cantidad sino la calidad de las relaciones. La apertura se tiene ahora llevada a compartir lo que es ser Leather, sin intención de convertir sino de informar y esperar que lleguen las personas indicadas al medio, siempre considerando que esta larga historia que llevamos ha sido posible por una actitud correcta de la masculinidad, el ensayo de la Paciencia.


Gerardo Spíndola Hurtado
Comunidad Leather México
Moderador


blog: http://comunidadleathermexico.blogspot.com

Para Revista Pink, noviembre de 2010, año 1, número 2, páginas 26 y 27
http://revistapink.net

Soy Leather...

Si tuviera que hacer una película, lo primero que estaríamos viendo sería a un hombre que camina por una calle oscura y al final una única luz mortecina, al hombre lo vemos de espaldas, lleva chamarra de cuero, gorra y botas, sus pasos resuenan en una cadencia única, ni siquiera el que otro hombre, que apenas aparece en las sombras recargado en la pared lo distrae, el otro hombre está de negro, chamarra cruzada, una playera blanca, pantalones de cuero, botas negras de motociclista, guantes, gorra, un pie apoyado en la pared, ha sacado un cigarro y lo enciende con calma, la luz sobre sus palmas deja ver el reflejo de sus guantes, el primer hombre con la misma cadencia se va acercando al hombre que espera, este está con los ojos cerrados concentrado en su cigarro, abre los ojos y contempla el humo, el primer hombre esta frente a él y lo ve a los ojos, sin cambiar palabra toma el cigarro de su boca, lleva guantes de cuero, le da una aspirada y se lo regresa, el otro contempla la acción del primero sin expresión alguna, solo sostiene la mirada y el otro hace lo mismo, el primer hombre retoma su camino como si nada hubiera pasado, lo vemos alejarse mientras en primer plano el segundo hombre sigue apoyado fumando mientras ve al otro alejarse, parece pensar algo, bota el cigarro y empieza a seguir al primero, no se da prisa, el sonido de ambos pares de botas parece primero algo nuevo, el primero en su misma cadencia, el segundo un poco más largos los pasos para alcanzar al primero, cuando al fin está a su lado empiezan a caminar al unísono, no se ha dicho una sola palabra, se pierden entre la oscuridad del fondo pero el sonido de los dos pares de botas son lo último en perderse, nadie ha visto la escena excepto nosotros, hemos presenciado un encuentro.


El lenguaje sin palabras que solo pocos reconocen, los muchos subtextos de que un hombre se encuentre con otro y se entiendan parecería algo no necesario en la actualidad, hay términos para definir las prácticas, hay sitios para conocerse, incluyendo la forma virtual, hay mucha información y hay una apertura en que un hombre puede tranquilamente decir que busca y que quiere hacer en compañía de otro hombre, pero esto hace 60 años no existía, era peligroso pretender hablar con otro hombre y hacer ver las intenciones que se tenía en su búsqueda de placer, se enfrentaba a haber confundido a alguien que lo estuviera cazando con un hombre en las mismas condiciones, que su actitud fuera tomada por poco masculina, demasiado afectiva o totalmente descarada, existía la posibilidad de que el otro lo rechazara o que tras unas cuantas palabras ganara su confianza y decidiera abusar del otro, robarle o matarlo, el riesgo era mucho mayor al actual de perderse entre el anonimato de estar entre muchos desconocidos, el riesgo que ahora causa adicción al peligro era entonces cometer una falta de tacto, para eso había otros espacios donde se iba formando ese lenguaje sin palabras y el sustento del Código de Respeto, conocías a otros hombres, te entendías con ellos, pero no extendías dicha relación a tu vida cotidiana o la vida íntima, estaban separadas y perfectamente delimitados los espacios y tiempos para cada una de ellas, no podía haber puntos intermedios.

Ver a un hombre que sin palabras conoce a otro y que parece no necesaria tanta precaución, para algunos parece exceso de seguridad, ambos tienen la misma idea en la cabeza y las mismas intenciones, es un lugar apartado, sin más gente presente o que haya oportunidad de alguna interpretación, esto se ha dado porque por mucho tiempo no hubo una palabra para designar la relación casual entre dos hombres, incluso entre ellos hablar de afectividad, deseo, compromiso o placer no era algo permitido, crecían entre relaciones de poder, juegos y luchas fálicas, apenas tenían tiempo de conocer sus propios cambios en la naturaleza del adolescente cuando pasaban del hogar al trabajo y la vida propia, unos cuantos vivían situaciones ideales, la mayoría encontraba medios donde los hombres eran la única compañía y el único valor a considerar. La vida civil, desde los jornaleros, mineros, cargadores, marinos hasta los militares, policías, navegantes, era un mundo masculino que no veía que el comportamiento entre hombres fuera algo a criticar o señalar, si se cumplía la función básica de ser útil y probarse como hombre lo demás era un asunto meramente personal, además, esa ausencia de contextos sociales significaba que no había espacio para la pasión, el sufrimiento, el goce o el placer, solo quedaba un concepto ya muy torcido y cojo de lo que había significado el amor en un principio, aún así se retomó ese amor en su concepto inicial porque era algo latente y que necesitaba volver a ser definido y entendido.

Se relaciona tanto al hombre homosexual masculino con la violencia que pocas veces se conocen los motivos para mantener el misterio del medio Leather, en principio nació la identidad Leather en la Segunda Guerra Mundial, entre los soldados que aprendieron una rígida forma de comportarse y relacionarse, era su vida lo que estaba en juego, no había espacio para los errores y la confianza en los compañeros de batallón significaba la diferencia entre volver o no una noche a las barricadas, sobrevivir sería el instinto básico aprendido por jóvenes que apenas habían conocido la edad adulta. Al término de la guerra el mundo civil no era el que necesitaban, así que se reunían para acompañarse, para recordar hazañas, pero no estaban solos, los hijos de la guerra, huérfanos de un padre que estaba lejos y que no volvió, buscaban esos padres, una figura masculina, encontraron a los que serían sus Daddies, quien los adoptara, los cuidara, guiara y aconsejara, algunas veces mal, otras con fuerte rechazo y unos pocos en una relación de respeto, en los bares de carretera, en las cantinas de los barrios industriales, entre los motociclistas, ex combatientes, entre esos hermanos de guerra, no es extraño que los nombres de dichas agrupaciones se relacionen con los términos militares (band of brothers, family, iron cross, company) y se definan entre ellos como relativos (hermandades, fraternidades, grupos, comunidades, asociaciones, sociedades), el factor neutro actual tiene mucha lógica, el decir solamente Los Leather, sin adjetivos, implica que ante los demás somos uno, dentro somos muchos en distintos grados de fraternizar, algunos con solo reunirse para sesionar o convivir, otros mas llamados al protocolo o el establecer distinciones de poder basado en el respeto, la preparación y el aprendizaje o la disposición al mismo, pero con un mismo nombre ante el resto de la Diversidad y, lo más importante, ante nosotros mismos. El concepto de nombre, que se gana y es otorgado por los demás es otra de esas reminiscencias de los tiempos de guerra, el nombre de batalla, casi siempre relativo al respeto y el conocimiento (Sir, Mister, Lord, jefe, capitán, Señor, chico, niño) o a la relación que se tiene por principal (Daddy/boy, Amo/esclavo) dado por el grupo de personas cercanas, otro medio de entendimiento que para alguien no interesado o falto de la madurez que se busca para ser tomado como otro igual sirve como filtro e incluso como forma de aprender el porqué los Leather se descubren y hacen en una edad entre los 25 y los 30 años y porqué los que inician antes por curiosidad sean tomados como aprendices y se les vaya enseñando a que tienen la seguridad del grupo más están a prueba todavía hasta que conocen que no se trata de servilismo, humillación ni soberbia lo que es ser tratado y aceptado como un igual.

La búsqueda del SM o sus prácticas son la forma de encontrar una socialización de la homosexualidad entre todos, no todos las practican o se deciden por tomar un lugar activo para formar parte de una sesión, pero todos respetan que haya tales formas de entendimiento, nacido también de una posición de clandestinidad y no pocas veces de reto ante las normas sociales, muchos hombres nunca buscaron tener un acercamiento sexual igual al que tenían con una mujer, no tenía sentido bajo sus principios que se hiciera de la relación de un hombre con otro una reinterpretación de la relación hombre-mujer, antes de la era de la lucha por las libertades era una forma de contradecir a las rectas normas de la sociedad, es de ahí que la relación entre iguales buscara la exploración de un placer más profundo y más íntimo dentro de la sesión y una amistad firme entre hombres, aunque no tuviera reflejo ante la sociedad, menos ante quienes no se les valoraba como parte del mismo acuerdo, aquellos que no se les daba aún la calidad de ser iguales. Entre caballeros los pactos se respetaban, ante un tercero, cualquiera que fuera lo que hacía la diferencia, eso no tenía importancia, lo que parece mero elitismo tenía por principio el evitar que los que eran ajenos por pertenecer a la vida común, entrar a estos espacios en que el hombre podía ensayar su virilidad sin tener miedo a la misma.

El cuero, ya para terminar, simboliza el poder que tiene implícita la masculinidad, es una forma de neutralizar las diferencias y exagerar el orgullo de ser hombre y portarse como tal, definiendo sus prácticas como algo común, algo que existe todavía pero ya en el plano de la negociación y el respeto, se han ido perdiendo los significados, más no lo que definen las banderas, los brazaletes, los colores, los pañuelos, solo han evolucionado a que ahora tienen nombre y se puede hablar de estos sin caer en mal interpretaciones, claro está, para quien no las conoce no verá que ante sus ojos alguien ha quedado con otro para hacer algo entre ellos, un encuentro, algo que se encierra dentro de lo que es ser un Verdadero Leather.


Gerardo Spíndola

Comunidad Leather México

Moderador


http://comunidadleathermexico.blogspot.com


Para: Revista Pink, octubre 2010, año 1, número 1, paginas 30, 31 y 32



del IV Aniversario en Toms Leather bar

Llegar a un lugar como Tom's apenas dando las 9 de la noche en verdad impone, pasó por mi cabeza una idea “¿cómo vamos a llenar el lugar?”, afuera había encontrado a un par de amigos del grupo que decidieron ir a dar una vuelta por el Parque España, ya dentro tuve la oportunidad de platicar con dos personas, uno miembro y el otro más bien curioso del tema, aquí podría detenerme en el detalle de lo mucho que ya nos hemos alejado del Código de Comportamiento, si hay que saludar, quién se acerca a quién, cómo te das por enterado que eres parte de la conversación y qué significa sesionar, pero todo lo anterior quedó en la propia dinámica del ambiente que se fue dando a lo largo de la noche.


Una gran diferencia que muchos amigos y compañeros del grupo fue el concepto de Fiesta Leather que maneja el bar, que no era una fiesta temática ni era la esperada exhibición y pose para “ver” si les agrada al público actual de los antros gays, tampoco la muy conocida experiencia del engaño en que muchos caen al asistir a fiestas temáticas en zonas gay fuera de México, diseñadas para un público que busca emociones fuertes o actividades exóticas. Mientras los compañeros Leather se fueron identificando y acercando entre sí, los parroquianos del lugar pudieron seguir en su ambiente acostumbrado y cada quien iba tomando en cuenta el lugar en que estaba, un detalle curioso fue encontrar a muchos amigos de la Vieja Guardia, compañeros de otros grupos y conocidos que gustan más del morbo y la práctica privada aprovechando el Sling que se colocó en la entrada al Cuarto Oscuro o disfrutando de encontrar a amigos que tenía tiempo que no veían, a gente ajena al medio que disfrutaba de ver a los Buenos Leather y convivir con ellos; el detalle del vaso medio lleno o medio vacío, porque no falta quien todo le encuentre peros, totalmente entregado a lo que sí le gustaba y ajeno a entregarse a esas actitudes aprendidas de comparar y solo ver lo que faltaba a su entender.

Era medianoche y mucha gente seguía llegando, algunos de otras Fiestas que se habían dado en la noche para sesionar, algunos se retiraron para ir a esos otros lugares, lo cual le dio forma a una Noche Leather de verdad, con diversidad de opciones y complementando lo que se busca de la misma.

Muchos amigos y conocidos se dejaron ver esta Noche Leather, siempre haré hincapié en los dos aspectos comunes en estos eventos, el positivo, que es la presencia y que se involucren dentro de actividades diversas y no todo sea lo común y predecible dentro del medio Gay y el negativo, que falta todavía que la experiencia que se tiene pase de lo personal y se vuelva nota en los medios relacionados al ambiente para que se conozca de esta Diversidad y eso anime a mucha gente a salir e ir recuperando espacios.

Al momento de dar las 3 y el cierre de la barra no fue impedimento para que siguiera el ambiente creciendo, el lugar lleno, no abarrotado, era señal de ello, dentro de ese espacio recibimos la visita de nuestros amigos de Canal G en calidad de invitados, se divirtieron y pasaron un rato agradable para poder saludar y felicitar a Miguel, el dueño del lugar, por un año más de vida y un aniversario más de Tom's; agradeciendo también que estábamos celebrando el Aniversario de la creación de la Comunidad Leather.


No quiero terminar sin incluir a todos los amigos, conocidos y buenos Leather que me recordaron en mi cumpleaños 40, porque recibí el mayor de los regalos que es la presencia, gracias a todos y espero este Aniversario nos ayude a acercarnos más y que el Año Leather que inicia esté lleno de nuevas actividades que nos demuestren que ser Leather no es moda ni un intento de mantenernos aparte del Medio Gay para destacar es, como se definió alguna vez en la Vieja Guardia, una forma de vivir estando orgullosos de ser hombres que gustamos de los hombres.


Gracias,


Septiembre de 2010

Gerardo Spíndola

Comunidad Leather México

Moderador

P. D. No me he olvidado de ustedes, muchos que se anotaron en la Lista de Invitados y que pudieron asistir me buscaron antes de irse para hacerme algún comentario, sobre cómo sintieron la noche y si vienen más eventos, a todo ello se le dará respuesta y serán consderadas sus muy valiosas opiniones, por favor, envíen sus dudas, preguntas y comentarios.

Si quieren compartirlo con el grupo a:


comunidadleathermexico@yahoogrupos.com.mx
(se necesita darse de alta para poder publicar en el grupo en Yahoo)

comunidadleathermexico@gmail.com (en forma confidencial)

¿Para qué un Código si esto solo es sexo?


No se cuántas veces he encontrado esta pregunta en no pocas personas cercanas a los grupos Leather, fetichistas, BDSM y otros que se han integrado a hacer una vida pública por medio de la red, metidos en medio de un gran menú de opciones en que se ofrecen orgías, fiestas de sexo, swingers, hard sex, sexo a tope y otras experiencias; pero el ambiente Leather tiende, igual que sus integrantes, a tomar las cosas con calma, practicar el meditar antes de actuar y saber esperar el momento preciso en que se puede ofrecer una opción menos sexual y sí más social.


El Código de Caballeros nació en tiempos en que buscar a otro hombre de parte de un homosexual no era nada seguro, ante sitios tan limitados y clandestinos muchas veces era un riesgo muy grande el siquiera acercarse a otro hombre y dar a entender lo que se buscaba, desde una constante y desgastante indiferencia hasta un abierto y no pocas veces violento rechazo; no eran tiempos seguros.

Para la generación de la Vieja Guardia su aprendizaje venido de los combatientes de las Guerras Mundiales tuvo que adecuarse a que eran civiles y por tanto metidos en medios abiertos y poco controlados, en el plano militar no había opciones, permisos ni salidas, la guerra los hizo amigos fraternos, la Vieja Guardia se veía constantemente amenazada con la avanzada de otras opciones o el hartazgo de algunos que solo quería disfrutar su apenas entendida sexualidad, podían ser libres en irse y no volver; había que tener algo más.

El Código como tal es una sencilla manera de respeto entre personas que asumen una igualdad de trato en que la forma es tan importante como el contenido, en vez de preguntas y actitudes que puedan intimidar se presenta una manera muy directa de decir las cosas y por lo mismo entenderse, el punto de la vestimenta, la imagen que permite pasar barreras y condiciones que para los que son ajenos son prácticamente insuperables, se complementa con la actitud de que sin importar de dónde o cómo has llegado ante otro Leather, ambos puedan hablar y socializar sin tener que ir adivinando intenciones, el quitar significados ocultos y dejar los calificativos de “fuerte” y “peligroso” que se aplican a ciertas palabras a un lado y dar paso a la franqueza, iniciando un flujo interesante en la comunicación entre dos hombres que apenas momentos antes eran desconocidos y en otras circunstancias completamente ajenos.

El Honor, saber tener palabra y sostenerla, fue por mucho tiempo lo que distinguía al caballero del hombre común, haciendo que la distinción entre el gentil hombre o GENTLEMAN sobrepasara términos de casta o nobleza como los Señores, Sirs, Lords y demás términos usados para distinguir el trato de iguales al trato entre Dominantes y servidores; puede un hombre no saber usar los cubiertos, pero si tener la capacidad de saber prestar atención a un problema y entender que alguien necesitaba ser escuchado sin pedir más.

La Integridad, que no pocas veces choca con el ritmo actual de que todo puede ser cambiado o modificado en nombre de cosas que calificamos de mejores, superiores, prácticas y otros términos ligados a las soluciones modernas y la búsqueda de culpables para no asumir el peso de nuestras decisiones, aunque no es tampoco la resignación ante los actos pasados y sus consecuencias, sino la libertad que hay en poder escoger e incluso decidir no hacerlo aunque esos hombres de principios se vayan perdiendo a favor de la inmediatez de la actualidad.

El Compromiso, palabra en que el sentido de Largo Plazo se vuelve relativo, no podemos conceder dicha capacidad a quien no cumple un acuerdo o decide no acatar lo pactado, tan solo por sentir que algo ha fallado en el otro, no hacemos las cosas para probar si somos capaces, las hacemos porque sabemos que está bien llevar a término lo que hemos decido con otros llevar a cabo.

La Templanza, el signo contrario a los excesos no es la abstinencia o la renuncia a todo deseo, en esta vida todo esta permitido siempre y cuando sea algo agradable para todos, no solo para uno mismo. El placer es la primera búsqueda humana que debe hacerse bajo esa consigna.


En alguna parte me han dicho que el Caballero Moderno no es el Gentleman sino el Leatherman, no lo creo tan cierto, pues siguen habiendo hombres que se saben comportar y asumir las cosas en nombre de un bien común y una finalidad mayor; las Hermandades, Comunidades y otras agrupaciones tienden a ser flexibles, sobre todo hacia dentro, los miembros reconocen que están, como en el concepto del Círculo, a una misma distancia del centro, el tener un Código los ayuda a comprometerse con una causa y ante todo con su propia concepción de ser y sentirse hombres en una sociedad que ha perdido el más por el menos tan solo porque la medianía puede llegar a ser el patrón de conducta social y no el paradigma a replantear.

Y para quien le hizo la pregunta con la cual inicié hoy, pues también buscamos y tenemos sexo cuando nos agrada la idea, pero en esas conductas también apelamos a lo que nos dicta la consciencia y no lo que nos confunde en los instintos, de ser así no habríamos avanzado en nada y no tendríamos siquiera los medios que ahora se usan para cosas tan frívolas como buscar sexo sin compromiso, pero, por suerte, no solo es ni será para esa única búsqueda.


Gerardo Spíndola








Marcha 2010, Ciudad de México

Luces y sombras


Cada año, ponerse a hacer una reseña de la marcha es ponerse a recorrer mentalmente los recuerdos de cientos de fragmentos inconexos sobre rostros, saludos, fotografías, sensaciones, el estar atento al clima, los temores de una tormenta o el excesivo calor, el ritmo de avance, los amigos, gente que se acerca y quiere la foto del recuerdo, los abrazos, saludos sinceros, las muestras de afecto, apoyo, amistad, los comentarios... aun faltando tiempo para recorrer las publicaciones, escritos, buscar fotos, vídeos, comentarios y todo lo que genera el evento más importante de la población gay, incluyendo las muestras de soberbia, desconocimiento e ignorancia de quien cree que ha hecho algo por loe demás cuando solo espera que sea su persona lo que tenga significado, denigrando lo demás y exagerando lo que le pareció que fue su idea, algo común cuando se quiere seguir negando la edad adulta de la población gay y seguir viendo a los demás como menores de edad.


Llegar a Reforma sobre Amberes tras salir de la Glorieta de Insurgentes y apenas sean las 10:30 de la mañana te hace pensar mucho en lo que te ha llevado hasta ahí, caminas entre la gente que apenas sale de tomar el almuerzo o llega desde muy lejos para iniciar temprano alguna actividad, el concepto social de una manifestación como la nuestra con las pruebas rápidas de VIH es un ejemplo de largo camino recorrido desde que era mal visto que te dieran un condón, te señalaban de inconsciente y el que te lo daba de promover la promiscuidad sexual, ahora es tan común y todavía se sigue expendiendo el mal, no por el sexo casual, sino por la falta de información de las nuevas generaciones que no se les enseña lo básico sexualmente y del respeto a su cuerpo en nombre de creer que lo que no se enseña no va a cuestionarse, otra señal de que no hay diálogo y por ello no hay acuerdos.

Hacer consciencia, palabras graves y fuertes, para eso vamos, la información circula libremente pero solo si la dices en primera persona puedes hacer que parte del mensaje tenga sentido y prepare el espacio para una mejor captación, tantas preguntas, de la propia gente de la comunidad gay, de personas que iban pasado e incluso de familias nos dicen que nos falta aún mucho por enseñar, pero vamos en la mejor disposición de hacerlo, ahí no importa cuanto haya durado, hasta donde se haya movido o cuan largo era el recorrido, si algunos se metieron al Zócalo tan solo por actitudes de rebeldía creyendo que gritar consignas ante un lugar vació y corear mientras construyen en clóset y que le llaman derecho de expresión , si la mayoría estuvieron escuchando las dos proclamas de este año en el escenario de Bellas Artes, la labor de uno es la que siempre nos ha acompañado, que se acerquen muchos a preguntar venciendo el miedo y sus prejuicios, que una persona o un grupo pequeño quiera saber, les atraiga una bandera que cambió desde 1989 los colores de la diversidad arcoiris y proclame la hermandad entre homosexuales iguales, que resume un largo recorrido desde los años de 1950 en un tiempo que ser homosexual era ser marginal, que había travestis, hombres que buscaban sexo con hombres y personas que gustaban de la compañía enteramente de su propio sexo, pero no había aceptación, entendimiento ni ninguna garantía en lo que ahora es llamado tolerancia, eso que es la prehistoria del actual movimiento y que pocos, muy pocos conoces y menos son los que hacen consciencia de ello.

Una larga ruta esta vez, tardamos más de una hora en llegar al Ángel, pasaba de la una y media y estábamos compartiendo el ambiente de los compañeros que iban delante y detrás de nosotros, muy a pesar de ello me dio gusto ver a nuestros amigos, otros leather, practicantes, fetichistas y simpatizantes que sea acercaban a saludar, tomar una foto, caminar unos metros algunos, obtener algo de información, los medios preguntado, sobre todo nuestros medios, algo que en otros tiempos hubiera sido perseguir a algún reportero para que hiciera mención de la marcha y ahora tenemos la capacidad de crear medios formados por nuestra propia gente y darnos esa primera persona como protagonista del evento.

Muchos amigos se sienten más tranquilos entre la gente, algunos se han atrevido a ir en cuero y decir que son Leather, otros portando un distintivo del otro lado de la diversidad y apoyando, nunca los veremos mal, pues ellos están donde estuvimos nosotros alguna vez, cuando estuvimos marchando solos pero con el Orgullo Leather, cuando caminamos entre la gente portando el uniforme y había sonrisas, saludos, miradas, tímidas preguntas y algunas veces toqueteos amistosos o un poco más sensuales de los travestis que nunca se han medido cuando quieren hacer algo; es por ello que no los vemos mal, pues es y siguen siendo su marcha como lo fue nuestra, vayas entre miles de personas o solo andes entre la gente que camina sobre Reforma, ese valor de ir es más que suficiente.

Cuando piensas que ya lo has escuchado todo de pronto alguien te dice que quiere una foto y que le gusta todo lo que eres ahora, si estas calvo, si tienes canas, si te ves rudo, otra señal del lento cambio que se da mientras se va expandiendo el término gay, que debe andar cumpliendo 41 años este 28 de junio de haber alcanzado la mayoría de edad, desde ese día que no fue la defensa de un bar de mafiosos sino la muestra de que no iba a haber más la idea de un homosexual solo y desamparado, sino un movimiento que llegó a este país con retraso y que ahora tiene una vanguardia tan cercana como lo es ya en todo el mundo que se dice civilizado.


Se acercaba la noche cuando se dispersó la gente, muchos pensando en que antro iban a ir, es “gay party” decían, otros más ya algo borrachos, pues circuló la cerveza por todo el evento, las autoridades no dijeron nada y los ambulantes haciendo su negocio, “gay party” pero parte de las sombras de cuando nos dejamos por creer que hacer algo así nos da un lugar y en verdad nos lo quita.

No quiero darle importancia a quien no la tiene, pues pueden pensar, decir y sostener lo que quieran, pero lo que se hace no es para ganar adeptos, ni para esperar las gracias, se hace simplemente porque sabemos lo que nos costó ser y darnos a conocer socialmente, que nuestros ideales son facilitar el camino a quienes recién llegan y no se crean que todo llegó con ellos, no por soberbia o protagonismo, sino porque nos toca compartir lo que fuimos porque tampoco lo inventamos, solo lo cuidamos para los que recién llegan y les tocará, en su día, entregarlo a quienes les sigan.


FELIZ ORGULLO MÉXICO


Gerardo Spíndola

Comunidad Leather México

Moderador


http://comunidadleathermexico.blogspot.com




El buen Leather


Si empezamos desde atrás, quitando primero reglas y protocolos, para ser más accesibles, no nos perdemos ni dejamos de ser lo que somos, aunque sería más difícil entendernos, pues tendríamos la ventaja de la honorabilidad, al reconocernos como hombres nos acercamos como tales, pero el peligro de dejar abierto el espacio a quienes solo quieren probar y no a los que quieren saber serían tan grande que la propia idea de hacerlo nos dejaría entonces a merced de ser servidores de quien solo busca le digan lo que busca oír y no lo que tiene que saber para entendernos, el Leather tiene una concepción de sí que le permite saberse Leather, aún si no hay otros que se lo reafirmen con su mera presencia.


Desde que existe la Comunidad Leather México ha habido una práctica abierta de informar a quien pregunta y orientar a quien busca conocer al Leather que lleva dentro, la identidad Leather no es por fuera, por más que se le asocie a la ropa, las reglas, el trato con sus iguales y otros puntos que desde el exterior son captados por los nuevos, curiosos y admiradores de esta forma de ver la masculinidad, sin embargo, la falta a veces de una mayor capacidad de observar los detalles puede hacer la confusión de un Leather íntegro con la gente que solo sigue algunas ideas o se ha planteado las propias para buscar la satisfacción de sus deseos, no falta la persona que ha tenido pésimas experiencias en su búsqueda y lo ha llevado a alejarse y prejuzgar a todo hombre Leather al relacionarlo con violencia, pedantería y presunción; un falso Leather.

Un Leather no es virtuoso o superior a los demás, tampoco lo cree, solo saber ubicarse y saber que se sustenta por sí mismo y lleva su masculinidad como fin y no como medio, se sabe un hombre, se sabe caballeroso, se sabe buen amigo y compañero, reconoce a quien le tiene algo que aportar y evade alejarse de quien puede enseñar, no intenta presumir o alardear, pues no se puede presumir más que de aquello que más adolece entonces, aunque en su concepción decida que no es Leather, pero se al saberse hombre de acerca más a esta idea que aquellos que buscan en la reafirmación constante de diferencias entre los que le son de su propio género.

Un amigo cercano tuvo una mala primera experiencia, fue con un hombre que se dijo estar entrenado y conocedor del medio y encontró más de una incongruencia, primero no le dejó explicar lo que necesita, le quiso plantar la idea de que primero tenía que serle servil y sumiso para entender lo que era el dominio, después intentó decirle que la obediencia era la entrega de su persona para el placer físico del supuesto Amo, además de aceptar condiciones, insultos y llamar a su abuso “entrenamiento”, ante lo anterior, sabiendo que no es la primer persona que se ve ante esta situación y que ha habido este problema desde que existían otras personas que manejaban los grupos Leather es que hay un medio, los grupos y comunidades, para acercarse a nosotros, el entendido que hay más gente que tiene necesidades iguales y formas cercanas de entendernos nos hace que la apertura y el manejo de la información hagan que los mitos vayan cayendo y sean los verdaderos Leather los que están tomando una posición real ante la diversidad. Los otros seguirán existiendo, pues no se juzga ni se rechaza lo que a alguien puede funcionarle, pero se deja que sea el acomodo natural de las cosas los que los haga tomar una decisión, entre seguir con su pequeña definición o o aceptar que se tenía una idea errada de la realidad, eso queda en cada uno, pues vemos siempre que por muy distantes los puntos comunes terminan por tocarse.

El Leather es social, gustoso de compartir, dejarse ver y conocer, quedamos que la actitud sirve de barrera entre los verdaderos interesados y quienes creen que a todos pueden montar en su intolerante concepción de las cosas, por fuera es común quien descalifica por no querer aceptar que hay otras formas de concebir una identidad homosexual asumida y sana, más por ignorancia pero igual por necedad de negar las cosas, por dentro, más complicado, quienes se dicen ser y no poder concebirlo, pues hay muchos que aún creen que Leather solo es el ejercicio de una enorme soberbia, de querer imponer ideas o quien solo busca diversión muy sofisticada, otro caso cercano al grupo fue quién a todo ponía objeciones, criticas y manifestaba su enojo porque otros no le fueran afines, al final, llevado entre desesperación y saberse ignorado confesó que su idea de un Leather es que hubiera orgías por único contacto entre hombres, se le recomendó mejor buscar ese medio y esos grupos, que tampoco nos son ajenos o mal vistos, sino entendidos que si hay seguidores de estos es porque hay quien los busca y los necesita, por eso no vemos nada bueno ni malo en ellos, solo que existen.


Siguiendo con lo que inicia este texto, si quitamos la concepción de una masculinidad asumida y entendida una vez quitados reglas y protocolos no solo queda una simple moda, sino que se forma un vacío que intentarán llenar los deseos de orden y estabilidad, no por el lado de lo práctico y lo sano, sino de lo ambiguo y supersticioso, pasaríamos de moda a mito, dejando un botín muy sugerente a quien solo busca notoriedad, por suerte, de nuevo, solo quitando la naturaleza del hombre al mismo podríamos concebir que exista quien quiera ofrecer la seguridad en la mediocridad, lo cual es un precio que, solo no teniendo identidad, puede llegar a pasar.


Gerardo Spíndola

Comunidad Leather México

Moderador


junio 7, 2010


Ensayo de la desmemoria


“Ya tengo mis derechos” me dijo hace poco alguien que se autodeclara activista agregando su desdén hacia las viejas generaciones “exageran” me dijo, mientras terminaba de tomar su café en un reconocido centro comercial de Avenida Reforma. Si hago caso a Ikram Antaki al hablar de la muerte de una sociedad el conformismo es tan malo como la anarquía, el movimiento en pro de los derechos de las minorías sexuales se ha reducido mucho a considerar a la gente gay como sinónimo de la Diversidad y que los Derechos, con enunciar algunas ideas y considerar que los dejen en paz como logros de y por el Activismo; a favor: ir abandonando actitudes y posturas opositoras radicales, en contra: que no hay propuestas sino asimilaciones hacia y por las mayorías.


Este 17 de mayo se cumplen 20 años que la OMS decidió retirar de su lista de enfermedades mentales a la homosexualidad, desde entonces la lucha por concientizar, informar y hacer visible la homosexualidad como parte de la naturaleza humana no ha dejado de hacerse presente en cada aspecto de la vida pública, desde que en la década de 1960 diversos estudios contradijeron las suposiciones que se hacían sobre el comportamiento sexual, de trauma, deseo de ser mujer y otras apreciaciones nacidas de los prejuicios se pasó a conocer que la felicidad, esa normatividad tan anhelada en la sociedad puritana sajona, era igual entre hombres heterosexuales que en los homosexuales, la preferencia no tenía mayor relevancia en el estado de satisfacción de los varones, algo que estudió antes Kinsey y pudo deducir que era el conocimiento de la propia sexualidad lo que causaba problemas en la misma, mas no era detonante de la preferencia. En los años posteriores a estos descubrimientos el ir desmantelando los prejuicios a nivel científico y notar que la corrección no iba a llevar a ningún lado más que a la infelicidad de la persona, crearon una consciencia sobre la sexualidad en general, la libertad sexual se asemeja mucho al comportamiento entre personas del mismo género que se atraen entre sí, al no existir las trabas sociales y la mitificación de la relación de la pareja humana se obtiene un mayor acercamiento a nivel emocional, pero todavía faltaba el problema de quienes preferían seguir viendo lo que querían, el prejuicio es un lastre tan grande que a veces se va metiendo y fijando en quienes al inicio luchaban contra este.

La aceptación pasa a veces por un muy accidentado camino, en los años 70 y 80 tanto hombres como mujeres homosexuales se fueron acercando a patrones de comportamiento que ahora son confundidos con la identidad, el primer rompimiento fue la separación entre gay y lesbiana, más tarde llegaría el definir roles entre personas del mismo género, la postura heterosexualista de que la pareja son dos en que hay un macho y una hembra se ha metido varias veces en la el comportamiento sexual, desde creer que pasivo es sinónimo de afeminado o la mujer de la pareja, que las lesbianas buscan una apariencia no femenina o casi masculinizada son el reflejo de aparentar lo que la sociedad quiere ver para reducir la homosexualidad a simples axiomas, pero el caso más grave sigue siendo el suponer que solo hay un tipo de gente gay que quiere ser evidenciado ya que muchos, la gran mayoría de los homosexuales hombres y mujeres, no congenian con lo que es más una pose y una moda que una verdadera identidad.

No podemos negar que dentro de la Diversidad los distintos grupos que la forman se han ido agregando conforme las condiciones sociales y culturales los hacen parte de la lucha por los Derechos de las Minorías Sexuales, pero sigue habiendo una discriminación hacia lo que va pasando los parámetros, incluso entre gente muy abierta lo inclusivo tiene sus excepciones, para que haya un igual tiene que haber un distinto; la otredad debe existir, aunque a veces se construya de forma nociva y se disfrace de palabras tan molestas y peligrosas como la tolerancia en vez del respeto.

Entre los restos de presente está el poder llevar las necesidades comunes a un nivel más personal, cuando no es lucha de uno entonces no se apoya, pues cada quien ve por lo que le parece es lo justo, encontramos esa falta de información y congruencia cuando se piden cosas que no son más que el reflejo de los prejuicios disfrazados de prudencia, en un tiempo hubo quien, tras conocer a un hombre homosexual buscaba de manera anónima hacerse la prueba creyendo que algo había hecho que el VIH se le contagiara, madres lavando sanitarios en cuanto su hijo salía creyendo que gay era sinónimo de un estado serológico positivo, pero el mayor peligro es que esto todavía pasa, más de una vez alguien publica un mensaje advirtiendo que tal o cual persona tiene SIDA y no lo dice, cuando no se pone a pensar quien hace tal advertencia que el tener SIDA no es un punto para medir el riesgo de nada ante la protección que muchos conocen y saben cómo usar, además de ignorar que se tiene prácticas de riesgo mayores al silencio, cosa que además, por ley, es un delito revelar algo que solo le pertenece a la persona saber y querer dar a conocer, mal informados y mal instruidos sobre como actuar caemos en repetir los peores prejuicios que la sociedad supone tan solo por tener una forma de justificar miedos. Lamentablemente son otros los riesgos que se tienen, más de una personas dentro del medio gay dice ser abierta cuando no conoce su propia sexualidad, copiando patrones de manera superficial dice necesitar de tomar drogas o alcohol para que no le importe el tener sexo grupal y anónimo, sin recordar nada después ni haber conocido el sexo íntimo y de forma natural, sin ayuda de un anestésico, es el otro lado de la moneda de la represión, pues se termina por no permitir que el cuerpo y la mente experimenten el placer y con ello lleguen a la felicidad.


De nuestro lado todavía falta mucho, enfrentar las muchas diversidades y muchas homosexualidades a las que pertenecemos para salir de los muchos armarios en que terminamos dividiendo la vida es un reto mayúsculo, es una experiencia personal que no se llena de sexo, amigos ni familia, pero aún así, por suerte, no estamos solos en el proceso, pues se busca la felicidad, el pleno disfrute de nosotros mismos sin perder de vista que somos parte de algo mayor a una sociedad: todos somos humanos.


Gerardo Spíndola

Comunidad Leather México

Moderador


mayo 17, 2010